EL MEDIO AMBIENTE | |||||||||||||||||
esta pagina esta hecha para informarles de donde vivimos de lo que nos rodea a todos en general, el medio ambiente, el que tenemos que cuidar y no seguir da�andolo mas, integrantes: Alberto Ciccia, Edher osorio, James Apaestegui, Javier leon y Luis Salcedo. | |||||||||||||||||
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La atm�sfera, que protege a la Tierra del exceso de radiaciones ultravioleta y permite la existencia de vida es una mezcla gaseosa de nitr�geno, ox�geno, hidr�geno, di�xido de carbono, vapor de agua, otros elementos y compuestos, y part�culas de polvo. Calentada por el Sol y la energ�a radiante de la Tierra, la atm�sfera circula en torno al planeta y modifica las diferencias t�rmicas. Por lo que se refiere al agua, un 97% se encuentra en los oc�anos, un 2% es hielo y el 1% restante es el agua dulce de los r�os, los lagos, las aguas subterr�neas y la humedad atmosf�rica y del suelo. El suelo es el delgado manto de materia que sustenta la vida terrestre. Es producto del clima, de la roca madre, como las morrenas glaciales y las rocas sedimentarias, y de la vegetaci�n. De todos ellos dependen los organismos vivos, incluyendo el hombre. Las plantas se sirven del agua, el di�xido de carbono y la luz solar para convertir materias primas en carbohidratos por medio de la fotos�ntesis; la vida animal, a su vez, depende de las plantas en una secuencia de v�nculos interconectados conocida como cadena tr�fica. Durante su larga historia, la Tierra ha cambiado lentamente. La deriva continental (resultado de la tect�nica de placas) separ� las masas continentales, los oc�anos invadieron tierra firme y se retiraron de ella, y se alzaron y erosionaron monta�as, depositando sedimentos a lo largo de las costas (v�ase Geolog�a). Los climas se caldearon y enfriaron, y aparecieron y desaparecieron formas de vida al cambiar el medio ambiente. El m�s reciente de los acontecimientos medioambientales importantes en la historia de la Tierra se produjo en el cuaternario, durante el pleistoceno (entre 2,5 millones y 10.000 a�os atr�s), llamado tambi�n periodo glacial. El clima subtropical desapareci� y cambi� la faz del hemisferio norte. Grandes capas de hielo avanzaron y se retiraron cuatro veces en Am�rica del Norte y tres en Europa, haciendo oscilar el clima de fr�o a templado, influyendo en la vida vegetal y animal y, en �ltima instancia, dando lugar al clima que hoy conocemos. Nuestra era recibe, indistintamente, los nombres de reciente, postglacial y holoceno. Durante este tiempo el medio ambiente del planeta ha permanecido m�s o menos estable. Problemas medioambientales La especie Homo sapiens, es decir, el ser humano, apareci� tard�amente en la historia de la Tierra, pero ha sido capaz de modificar su medio ambiente con sus actividades. Aunque, al parecer, los humanos hicieron su aparici�n en �frica, no tardaron en dispersarse por todo el mundo. Gracias a sus peculiares capacidades mentales y f�sicas, lograron escapar a las constricciones medioambientales que limitaban a otras especies y alterar el medio ambiente para adaptarlo a sus necesidades. Aunque los primeros humanos sin duda vivieron m�s o menos en armon�a con el medio ambiente, como los dem�s animales, su alejamiento de la vida salvaje comenz� en la prehistoria, con la primera revoluci�n agr�cola. La capacidad de controlar y usar el fuego les permiti� modificar o eliminar la vegetaci�n natural, y la domesticaci�n y pastoreo de animales herb�voros llev� al sobrepastoreo y a la erosi�n del suelo. El cultivo de plantas llev� tambi�n a la destrucci�n de la vegetaci�n natural para hacer hueco a las cosechas y la demanda de le�a condujo a la denudaci�n de monta�as y al agotamiento de bosques enteros. Los animales salvajes se cazaban por su carne y eran destruidos en caso de ser considerados plagas o depredadores. Mientras las poblaciones humanas siguieron siendo peque�as y su tecnolog�a modesta, su impacto sobre el medio ambiente fue solamente local. No obstante, al ir creciendo la poblaci�n y mejorando y aumentando la tecnolog�a, aparecieron problemas m�s significativos y generalizados. El r�pido avance tecnol�gico producido tras la edad media culmin� en la Revoluci�n Industrial, que trajo consigo el descubrimiento, uso y explotaci�n de los combustibles f�siles, as� como la explotaci�n extensiva de los recursos minerales de la Tierra. Fue con la Revoluci�n Industrial cuando el hombre empez� realmente a cambiar la faz del planeta, la naturaleza de su atm�sfera y la calidad de su agua. Hoy, la demanda sin precedentes a la que el r�pido crecimiento de la poblaci�n humana y el desarrollo tecnol�gico someten al medio ambiente est� produciendo un declive cada vez m�s acelerado en la calidad de �ste y en su capacidad para sustentar la vida. Di�xido de carbono Uno de los impactos que el uso de combustibles f�siles ha producido sobre el medio ambiente terrestre ha sido el aumento de la concentraci�n de di�xido de carbono (CO2) en la atm�sfera. La cantidad de CO2 atmosf�rico hab�a permanecido estable, aparentemente durante siglos, en unas 260 ppm (partes por mill�n), pero en los �ltimos 100 a�os ha ascendido a 350 ppm. Lo significativo de este cambio es que puede provocar un aumento de la temperatura de la Tierra a trav�s del proceso conocido como efecto invernadero. El di�xido de carbono atmosf�rico tiende a impedir que la radiaci�n de onda larga escape al espacio exterior; dado que se produce m�s calor y puede escapar menos, la temperatura global de la Tierra aumenta. Un calentamiento global significativo de la atm�sfera tendr�a graves efectos sobre el medio ambiente. Acelerar�a la fusi�n de los casquetes polares, har�a subir el nivel de los mares, cambiar�a el clima regional y globalmente, alterar�a la vegetaci�n natural y afectar�a a las cosechas. Estos cambios, a su vez, tendr�an un enorme impacto sobre la civilizaci�n humana. Desde 1850 se ha producido un aumento medio en la temperatura global de cerca de 1 �C. Algunos cient�ficos han predicho que el aumento de la concentraci�n en la atm�sfera de CO2 y otros "gases invernadero" provocar� que las temperaturas contin�en subiendo. Las estimaciones van de 2 a 6 �C para mediados del siglo XXI. No obstante, otros cient�ficos que investigan los efectos y tendencias del clima rechazan las teor�as del calentamiento global, atribuyendo la �ltima subida de la temperatura a fluctuaciones normales. | ||||||||||||||||
Deposici�n �cida | |||||||||||||||||
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Asociada tambi�n al uso de combustibles f�siles, la deposici�n �cida se debe a la emisi�n de di�xido de azufre y �xidos de nitr�geno por las centrales t�rmicas y a los escapes de los veh�culos a motor. Estos productos interact�an con la luz del sol, la humedad y los oxidantes produciendo �cidos sulf�rico y n�trico, que son transportados por la circulaci�n atmosf�rica y caen a tierra, arrastrados por la lluvia y la nieve en la llamada lluvia �cida, o en forma de dep�sitos secos, part�culas y gases atmosf�ricos. La lluvia �cida es un importante problema global. La acidez de algunas precipitaciones en el norte de Estados Unidos y Europa es equivalente a la del vinagre. La lluvia �cida corroe los metales, desgasta los edificios y monumentos de piedra, da�a y mata la vegetaci�n y acidifica lagos, corrientes de agua y suelos, sobre todo en las regiones poco tamponadas del noreste de Estados Unidos y el norte de Europa. En estas regiones, la acidificaci�n lacustre ha hecho morir a poblaciones de peces. Hoy tambi�n es un problema en el sureste de Estados Unidos y en la zona central del norte de �frica. La lluvia �cida puede retardar tambi�n el crecimiento de los bosques; se asocia al declive de �stos a grandes altitudes tanto en Estados Unidos como en Europa. Destrucci�n del ozono En las d�cadas de 1970 y 1980, los cient�ficos empezaron a descubrir que la actividad humana estaba teniendo un impacto negativo sobre la capa de ozono, una regi�n de la atm�sfera que protege al planeta de los da�inos rayos ultravioleta. Si no existiera esa capa gaseosa, que se encuentra a unos 40 km de altitud sobre el nivel del mar, la vida ser�a imposible sobre nuestro planeta. Los estudios mostraron que la capa de ozono estaba siendo afectada por el uso creciente de clorofluorocarbonos (CFC, compuestos de fl�or), que se emplean en refrigeraci�n, aire acondicionado, disolventes de limpieza, materiales de empaquetado y aerosoles. El cloro, un producto qu�mico secundario de los CFC ataca al ozono, que est� formado por tres �tomos de oxigeno, arrebat�ndole uno de ellos para formar mon�xido de cloro. �ste reacciona a continuaci�n con �tomos de ox�geno para formar mol�culas de ox�geno, liberando mol�culas de cloro que descomponen m�s mol�culas de ozono. Al principio se cre�a que la capa de ozono se estaba reduciendo de forma homog�nea en todo el planeta. En 1985, no obstante, posteriores investigaciones revelaron la existencia de un gran agujero centrado sobre la Ant�rtida; un 50% o m�s del ozono situado sobre este �rea desaparec�a estacionalmente (a partir del mes de octubre). El adelgazamiento de la capa de ozono expone a la vida terrestre a un exceso de radiaci�n ultravioleta, que puede producir c�ncer de piel y cataratas, reducir la respuesta del sistema inmunitario, interferir en el proceso de fotos�ntesis de las plantas y afectar al crecimiento del fitoplancton oce�nico. Debido a la creciente amenaza que representan estos peligrosos efectos sobre el medio ambiente, muchos pa�ses trabajan en el proyecto de suprimir la fabricaci�n y uso de los CFC de aqu� al a�o 2000. No obstante, los CFC pueden permanecer en la atm�sfera durante m�s de 100 a�os, por lo que la destrucci�n del ozono continuar� representando una amenaza durante d�cadas. Hidrocarburos clorados El uso extensivo de pesticidas sint�ticos derivados de los hidrocarburos clorados en el control de plagas ha tenido efectos colaterales desastrosos para el medio ambiente. Estos pesticidas organoclorados son muy persistentes y resistentes a la degradaci�n biol�gica. Muy poco solubles en agua, se adhieren a los tejidos de las plantas y se acumulan en los suelos, el sustrato del fondo de las corrientes de agua y los estanques, y la atm�sfera. Una vez volatilizados, los pesticidas se distribuyen por todo el mundo, contaminando �reas silvestres a gran distancia de las regiones agr�colas, e incluso en las zonas �rtica y ant�rtica. Aunque estos productos qu�micos sint�ticos no existen en la naturaleza, penetran en la cadena alimentaria. Los pesticidas son ingeridos por los herb�voros o penetran directamente a trav�s de la piel de organismos acu�ticos como los peces y diversos invertebrados. El pesticida se concentra a�n m�s al pasar de los herb�voros a los carn�voros. Alcanza elevadas concentraciones en los tejidos de los animales que ocupan los eslabones m�s altos de la cadena alimentaria, como el halc�n peregrino, el �guila calva y el quebrantahuesos. Los hidrocarburos clorados interfieren en el metabolismo del calcio de las aves, produciendo un adelgazamiento de las c�scaras de los huevos y el consiguiente fracaso reproductivo. Como resultado de ello, algunas grandes aves depredadoras y pisc�voras se encuentran al borde de la extinci�n. Debido al peligro que los pesticidas representan para la fauna silvestre y para el hombre, y debido tambi�n a que los insectos han desarrollado resistencia a ellos, el uso de hidrocarburos halogenados como el DDT est� disminuyendo con rapidez en todo el mundo occidental, aunque siguen us�ndose en grandes cantidades en los pa�ses en v�as de desarrollo. A comienzos de la d�cada de 1980, el EDB o dibromoetano, un pesticida halogenado, despert� tambi�n gran alarma por su naturaleza en potencia carcin�gena, y fue finalmente prohibido. Existe otro grupo de compuestos �ntimamente vinculado al DDT: los bifenilos policlorados o PCB. Se han utilizado durante a�os en la producci�n industrial, y han acabado penetrando en el medio ambiente. Su impacto sobre el hombre y la vida silvestre ha sido similar al de los pesticidas. Debido a su extremada toxicidad, el uso de PCB ha quedado restringido a los aislantes de los transformadores y condensadores el�ctricos. El PCDD es el m�s t�xico de otro grupo relacionado de compuestos altamente t�xicos, las dioxinas o dibenzo-para-dioxinas. El grado de toxicidad para el hombre de estos compuestos carcin�genos no ha sido a�n comprobado. El PCDD puede encontrarse en forma de impureza en conservantes para la madera y el papel y en herbicidas. El Agente Naranja, un defoliante muy utilizado, contiene trazas de dioxina. | ||||||||||||||||
Otras sustancias t�xicas | |||||||||||||||||
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La sustancias t�xicas son productos qu�micos cuya fabricaci�n, procesado, distribuci�n, uso y eliminaci�n representan un riesgo inasumible para la salud humana y el medio ambiente. La mayor�a de estas sustancias t�xicas son productos qu�micos sint�ticos que penetran en el medio ambiente y persisten en �l durante largos periodos de tiempo. En los vertederos de productos qu�micos se producen concentraciones significativas de sustancias t�xicas. Si �stas se filtran al suelo o al agua, pueden contaminar el suministro de agua, el aire, las cosechas y los animales dom�sticos, y han sido asociadas a defectos cong�nitos humanos, abortos y enfermedades org�nicas. A pesar de los riesgos conocidos, el problema no lleva camino de solucionarse. Recientemente, se fabricaron m�s de 4 millones de productos qu�micos sint�ticos nuevos en un periodo de quince a�os, y se crean de 500 a 1.000 productos nuevos m�s al a�o. Radiaci�n Aunque las pruebas nucleares atmosf�ricas han sido prohibidas por la mayor�a de los pa�ses, lo que ha supuesto la eliminaci�n de una importante fuente de lluvia radiactiva, la radiaci�n nuclear sigue siendo un problema medioambiental. Las centrales siempre liberan peque�as cantidades de residuos nucleares en el agua y la atm�sfera, pero el principal peligro es la posibilidad de que se produzcan accidentes nucleares, que liberan enormes cantidades de radiaci�n al medio ambiente, como ocurri� en Chernobil, Ukrania, en 1986. De hecho, desde la desintegraci�n de la Uni�n Sovi�tica (URSS), el mundo ha tenido ocasi�n de comprobar que la contaminaci�n de esa regi�n por accidentes y residuos nucleares es mucho mayor de lo que se pensaba. Un problema m�s grave al que se enfrenta la industria nuclear es el almacenamiento de los residuos nucleares, que conservan su car�cter t�xico de 700 a 1 mill�n de a�os. La seguridad de un almacenamiento durante periodos geol�gicos de tiempo es, al menos, problem�tica; entre tanto, los residuos radiactivos se acumulan, amenazando la integridad del medio ambiente. P�rdida de tierras v�rgenes Un n�mero cada vez mayor de seres humanos empieza a cercar las tierras v�rgenes que quedan, incluso en �reas consideradas m�s o menos a salvo de la explotaci�n. La insaciable demanda de energ�a ha impuesto la necesidad de explotar el gas y el petr�leo de las regiones �rticas, poniendo en peligro el delicado equilibrio ecol�gico de los ecosistemas de tundra y su vida silvestre. Los bosques tropicales, sobre todo los del sureste de Asia y los de la cuenca del r�o Amazonas, est�n siendo destruidos a un ritmo alarmante para obtener madera, despejar suelo para pastos y cultivos, para plantaciones de pinos y para asentamientos humanos. En la d�cada de 1980 se lleg� a estimar que las masas forestales estaban siendo destruidas a un ritmo de 20 hect�reas por minuto. Otra estimaci�n daba una tasa de destrucci�n de m�s 200.000 km2 al a�o. En 1993, los datos obtenidos v�a sat�lite permitieron determinar un ritmo de destrucci�n de casi 15.000 km2 al a�o, s�lo en la cuenca amaz�nica. Esta deforestaci�n tropical podr�a llevar a la extinci�n de hasta 750.000 especies, lo que representar�a la p�rdida de toda una multiplicidad de productos: alimentos, fibras, f�rmacos, tintes, gomas y resinas. Adem�s, la expansi�n de las tierras de cultivo y de pastoreo para ganado dom�stico en �frica, as� como el comercio ilegal de especies amenazadas y productos animales podr�a representar el fin de los grandes mam�feros africanos. Erosi�n del suelo La erosi�n del suelo se est� acelerando en todos los continentes y est� degradando entre la quinta y la tercera parte de las tierras de cultivo de todo el mundo, lo que representa una seria amenaza para el abastecimiento global de v�veres. Por ejemplo, la erosi�n est� minando la productividad de un 34% del total de las tierras de cultivo de Estados Unidos. En el Tercer Mundo, la creciente necesidad de alimentos y le�a han tenido como resultado la deforestaci�n y cultivo de laderas con mucha pendiente, lo que ha producido una severa erosi�n de las mismas. Para complicar a�n m�s el problema, hay que tener en cuenta la p�rdida de tierras de cultivo de primera calidad debido a la industria, los pantanos, la expansi�n de las ciudades y las carreteras. La erosi�n del suelo y la p�rdida de las tierras de cultivo y los bosques reduce adem�s la capacidad de conservaci�n de la humedad de los suelos y a�ade sedimentos a las corrientes de agua, los lagos y los embalses. Demanda de agua y aire Los problemas de erosi�n descritos m�s arriba est�n agravando el creciente problema mundial del abastecimiento de agua. La mayor�a de los problemas en este campo se dan en las regiones semi�ridas y costeras del mundo. Las poblaciones humanas en expansi�n requieren sistemas de irrigaci�n y agua para la industria; esto est� agotando hasta tal punto los acu�feros subterr�neos que empieza a penetrar en ellos agua salada a lo largo de las �reas costeras en Estados Unidos, Israel, Siria y los estados �rabes del Golfo. En �reas tierra adentro, las rocas porosas y los sedimentos se compactan al perder el agua, ocasionando problemas por el progresivo hundimiento de la superficie; este fen�meno es ya un grave problema en Texas, Florida y California. El mundo experimenta tambi�n un progresivo descenso en la calidad y disponibilidad del agua. Casi el 75% de la poblaci�n rural del mundo y el 20% de su poblaci�n urbana carece de acceso directo a agua no contaminada. En muchas regiones, las reservas de agua est�n contaminadas con t�xicos qu�micos y nitratos. Las enfermedades transmitidas por el agua afectan a un tercio de la humanidad y matan a 10 millones de personas al a�o. Durante la d�cada de 1980 y a comienzos de la de 1990, algunos pa�ses industrializados mejoraron la calidad de su aire reduciendo la cantidad de part�culas en suspensi�n as� como la de productos qu�micos t�xicos como el plomo, pero las emisiones de di�xido de azufre y de �xidos nitrosos, precursores de la deposici�n �cida, a�n son importantes. Existe una contaminaci�n del aire elevada en buena parte de la Europa del este y la antigua URSS. La Cumbre sobre la Tierra En junio de 1992, la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas, tambi�n conocida como la Cumbre sobre la Tierra, se reuni� durante 12 d�as en las cercan�as de R�o de Janeiro, Brasil. Esta cumbre desarroll� y legitim� una agenda de medidas relacionadas con el cambio medioambiental, econ�mico y pol�tico. El prop�sito de la conferencia era determinar qu� reformas medioambientales eran necesarias emprender a largo plazo, e iniciar procesos para su implantaci�n y supervisi�n internacionales. Se celebraron convenciones para discutir y aprobar documentos sobre medio ambiente. Los principales temas abordados en estas convenciones inclu�an el cambio clim�tico, la biodiversidad, la protecci�n forestal, la Agenda 21 (un proyecto de desarrollo medioambiental de 900 p�ginas) y la Declaraci�n de R�o (un documento de seis p�ginas que demandaba la integraci�n de medio ambiente y desarrollo econ�mico). La cumbre sobre la Tierra fue un acontecimiento hist�rico de gran significado. No s�lo hizo del medio ambiente una prioridad a nivel mundial, sino que a ella asistieron delegados de 178 pa�ses, lo que la convierte en la mayor conferencia jam�s celebrada. Perspectivas Las perspectivas de futuro, en lo que al medio ambiente se refiere son poco claras. A pesar de los cambios econ�micos y pol�ticos, el inter�s y la preocupaci�n por el medio ambiente a�n es importante. La calidad del aire ha mejorado, pero a�n est�n pendientes de soluci�n y requieren una acci�n coordinada, los problemas de la deposici�n �cida, los clorofluorocarbonos, la p�rdida de ozono y la enorme contaminaci�n atmosf�rica del este de Europa. Mientras no disminuya la deposici�n �cida, la p�rdida de vida continuar� en los lagos y corrientes del norte, y puede verse afectado el crecimiento de los bosques. La contaminaci�n del agua seguir� siendo un problema mientras el crecimiento demogr�fico contin�e incrementando la presi�n sobre el medio ambiente. La infiltraci�n de residuos t�xicos en los acu�feros subterr�neos y la intrusi�n de agua salada en los acu�feros costeros de agua dulce no se ha interrumpido. El agotamiento de los acu�feros en muchas partes del mundo y la creciente demanda de agua producir� conflictos entre el uso agr�cola, industrial y dom�stico de �sta. La escasez impondr� restricciones en el uso del agua y aumentar� el coste de su consumo. El agua podr�a convertirse en la crisis energ�tica de comienzos del siglo XXI. La contaminaci�n de las aguas costeras y dulces, junto con la sobreexplotaci�n, ha mermado hasta tal punto los recursos de los caladeros pisc�colas que ser�a necesario suprimir la pesca durante un periodo de cinco a diez a�os para que las especies se recuperaran. Si no se desarrollan esfuerzos coordinados para salvar h�bitats y reducir el furtivismo y el tr�fico internacional ilegal de especies salvajes, muchas de ellas se extinguir�n. A pesar de nuestros conocimientos sobre c�mo reducir la erosi�n del suelo, �ste contin�a siendo un problema de alcance mundial. Esto se debe, en gran medida a que muchos agr�nomos y urbanistas muestran un escaso inter�s por controlarla. Por �ltimo, la destrucci�n de tierras v�rgenes, tanto en las regiones templadas como en las tropicales, puede producir una extinci�n masiva de formas de vida vegetales y animales. Para reducir la degradaci�n medioambiental y salvar el h�bitat de la humanidad, las sociedades deben reconocer que el medio ambiente es finito. Los especialistas creen que, al ir creciendo las poblaciones y sus demandas, la idea del crecimiento continuado debe abrir paso a un uso m�s racional del medio ambiente, pero que esto s�lo puede lograrse con un espectacular cambio de actitud por parte de la especie humana. El impacto de la especie humana sobre el medio ambiente ha sido comparado con las grandes cat�strofes del pasado geol�gico de la Tierra; independientemente de la actitud de la sociedad respecto al crecimiento continuo, la humanidad debe reconocer que atacar el medio ambiente pone en peligro la supervivencia de su propia especie. | ||||||||||||||||
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